domingo, 12 de abril de 2015

Puertas al Infierno

Aunque no sean literales entradas al inframundo, el cráter en llamas de Turkmenistán, la cueva con gases tóxicos de Turquía o la boca del volcán Masaya bien merecen el sobrenombre.

Epozo de Darvaza o cráter de Darvaza, también conocido como La puerta al Infierno, es una antigua prospección de gas ubicada en el gran desierto de Karakum, cerca de la pequeña aldea de DArvaza, en Turkmenistán. El desierto, que ocupa el 70% del país o 350.000 km², es muy rico en petróleo y gas natural.
Las puertas del Infierno que se encuentran en la Tierra

El origen de este fenómeno sigue sin estar muy claro. La historia dice que fueron geólogos soviéticos, quienes recorrían el desierto en busca de gas, los que acabaron prendiéndole fuego al pozo. Su intención habría sido quemar las emisiones tóxicas después de que el suelo debajo de una plataforma de perforación cediera. Aquello fue en 1971 y aún hoy las llamas siguen vivas en el suelo y las paredes del cráter. Puede que lo que no calcularan los geólogos es que Turkmenistán contiene la sexta mayor reserva de gas natural.
«La primera vez que ves el cráter parece algo salido de una pelíula de ciencia ficción», decía George Kourounis para National Geographic, la primera persona conocida en bajar al cráter en 2013. «Tienes este vasto, extenso desierto con casi nada allí, y luego está este enorme pozo ardiente... El calor que viene de él es abrasador».
Este cráter de 69 metros de diámetro y 30 de profundidad con una temperatura en su interior de 400°C se creó tras un accidente al final de la década de los 60's durante unas obras de prospección de gas de geólogos soviéticos, quienes vieron cómo su equipo y sus tiendas eran tragados por la tierra. En realidad, habían descubierto una cueva subterránea llena de gas natural. De alguna manera en la década de los 80's se le prendió fuego, accidental o intencionalmente. Desde entonces arde sin pausa y brinda un sobrecogedor espectáculo. Han habido intentos fallidos por apagar el fuego.
En los últimos tiempos no solo los turistas han llegado hasta allí en grandes cantidades, sino que las arañas se han visto atraídas sufriendo la muerte al caer en el pozo. Las puertas del infierno no es un lugar que siempre estuvo allí, sino que su historia se remonta a los años 70, cuando Turkmenistán era todavía parte de la Unión Soviética
 
Los geólogos soviéticos comenzaron a cavar en busca de petróleo, y creyeron encontrarlo, drenando el lugar. Sin embargo, no notaron que estaban ubicados por encima de una caverna de gas natural, la cual colapsó ante el peso llevándolos consigo. Esto causó que colapsaran también otros puntos del desierto formando grandes cráteres.
El procedimiento de quema de gas para deshacerse de él es muy usado en los campos petroleros, pero solo si la cantidad es conocida. Al no saberse la cantidad desmesurada que contenía el desierto de Turkmenistán, el incendio se ha extendido por más de 40 años, creando este fenómeno tan curioso.
En los últimos años, las autoridades del país han desarrollado planes para tapar el cráter, debido a que temen por la cantidad de gas natural que pueda desarrollar a futuro el desierto, muy necesario para la subsistencia. Sin embargo todavía no se ha aplicado ninguno y el cráter sigue abierto.
En la actualidad los animales siguen siendo atraídos hacia el lugar, algo no demasiado positivo para determinadas especies. Además, es una de las zonas que atrae más turistas que visitan el lugar año a año, debido a que no se sabe cuándo ni cómo podría extinguirse el fuego, si es que algún día pasa.